Tras varios meses en los que México, y el mundo, han estado abordados por la pandemia y las empresas y negocios han tenido que cambiar de modalidad para seguir operando, los colaboradores de las distintas compañías parece que se han acostumbrado cada vez más al llamado home office o trabajo desde casa, algo que, al menos en México no parecía posible si se consultaba hace un año; por ejemplo, una encuesta de la firma Critix, fechada en septiembre de 2019, destaca que hasta un 58 por ciento de los connacionales consideraban que el país no estaba preparado para adoptar prácticas de trabajo remoto…

Y efectivamente, unos meses después llegó la pandemia de Covid-19 al país, llevando a miles de trabajadores al modo “home office”, demostrando a muchos (tanto negocios como empleados) que no estaban lo suficientemente preparados para cambiar el espacio de la oficina por el espacio de la casa. Sin embargo, dando un salto al presente, ya sea que le agrade o no a la gente, o se sienta preparada, el trabajo remoto ha tenido que ser adoptado con el paso de los últimos meses para que se respeten las medidas de salubridad y se evite la generación de más casos de esta enfermedad.

No obstante, dado que el home office ha llegado a ser una alternativa tan socorrida en la actualidad, ya incluso se han generado cambios importantes en torno al mismo para buscar mejorarlo o que la gente pueda adoptarlo mejor. Si has seguido las noticias, recientemente, sabrás que uno de los más interesantes es que el Senado de la República aprobó la minuta de reformas a la Ley Federal de Trabajo dentro del apartado del Teletrabajo o trabajo a distancia. Con ello, quedó reconocido como el desempeño de actividades remuneradas en lugares distintos al establecimiento del patrón, por lo que no se requiere la presencia física en el centro de trabajo; así como el uso de tecnologías de la información y comunicación para establecer comunicación entre trabajador y patrón.

Dentro de la minuta también se establece que se deberá hacer constar por escrito las condiciones de trabajo en un contrato, que se deberán entregar insumos y equipo de trabajo a los colaboradores, así como los mecanismos de contacto. Respecto a esta información, el dato que más llamó la atención es el de que las empresas básicamente deberán pagar por el servicio de internet y luz a los colaboradores que hagan home office.

Ante los ojos de muchos, este cambio resulta positivo para quienes trabajan desde casa u otro lugar remoto ya que operar así ha representado un gasto que han tenido que saldar los propios empleados, sin embargo, está lejos de ser la solución al problema, cuando se trata del home office son varios los problemas que enfrentan cuando se trata de esta modalidad para trabajar.

Los retos del home office en México y el mundo

Además de implicar un mayor gasto, desarrollar el home office ha golpeado en distintas vertientes a los colaboradores, por ejemplo, tal como lo reportamos hace poco, el 57 por ciento de los empleados en el país considera que es menos estresante trabajar desde la oficina que desde la casa, por lo que se puede entender que el estrés en los colaboradores ha incrementado en muchos ahora que han tenido que trabajar de forma remota. A lo anterior se pueden sumar problemas ligados con el tema de la salud mental, un reporte llamado “State of Remote Work” refiere que cuando se pregunta a quienes trabajan de forma remota sobre las desventajas de este tipo de flexibilidad en el trabajo, el 49 por ciento de los trabajadores remotos señalan que su mayor lucha está relacionada con el bienestar. De forma más específicamente, el 22 por ciento no puede desconectarse después del trabajo, el 19 por ciento se siente solo y el 8 por ciento no puede mantenerse motivado.

Por otro lado, también sobresale un dato preocupante en torno a la efectividad de los trabajadores, según un estudio de SAP, ni una cuarta parte de los trabajadores puede trabajar con efectividad en home office, esto al tiempo que cuestiones como la ciberseguridad han mostrado la falta de atención que han tenido pues durante la pandemia los ataques cibernéticos incrementaron en un 40 por ciento. Con la combinación de estos aspecto se puede entender que no basta con tener asegurado el pago de luz e internet para sortear de forma adecuada el estar trabajando desde casa y producir para las marcas o empresas.

Sin embargo, lo anterior no es todo, cuando hablamos de retos son muchos más los que se pueden destacar y que, de hecho, ya se tenían identificados desde antes de que este formato se volviera casi obligatorio en algunas empresas para lidiar con la pandemia, por ejemplo, desde la firma Vault se destacan algunos como:

  • Mantenerse organizados.
  • Gestionar los tiempos.
  • Recordar tomar descansos.
  • Saber cuándo dejar de trabajar.
  • Colaborar.
  • Lidiar con los conflictos del hogar.

Nuevamente vale la pena señalar que todos pueden tener un impacto en los resultados de las empresas cuando estos puntos ya están afectando a los trabajadores.

Por supuesto que hay quienes defienden al home office pues así como tiene puntos en contra también los tiene a favor, por ejemplo, en México, los beneficios percibidos, según una encuesta de OCC Mundial son: el gastar menos tiempo y dinero en transporte, mejoramiento de la responsabilidad individual, mejor balance entre la vida y el trabajo y mayor flexibilidad con los horarios. No obstante, aún con lo anterior son pocos los que están dispuestos a adoptar por completo esta forma de trabajar, al menos en el país, OCC también revela que  apenas 21 por ciento preferiría trabajar completamente vía remota, mientras que el 69 por ciento preferiría quedarse en una modalidad híbrida, es decir, donde puedan acudir a la oficina pero también trabajar desde casa.

Con lo anterior en cuenta, las empresas deben considerar todas las implicaciones que tiene el enviar a alguien a su hogar para que trabaje, no solo se trata de proporcionarle los medios para hacerlo, como hemos visto, también se deben atender otros puntos clave.

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