International Research Associates, empresa norteamericana con sede en Nueva York, decidió en 1947 establecer una oficina en México y otros países. Con el correr de los años quedó sólo la oficina de México y en 1985 se convirtió en Investigación de mercados INRA, S.C., empresa con capital 100% mexicano. Hoy conversamos con Luis Mercader, su director general.

Nos cuenta Luis que a lo largo de la pandemia, la empresa ha salido relativamente bien librada, pues las empresas a quienes sirve pudieron recuperarse después de la primera caída de marzo a mayo. “Estimo que para finales del 2020, sólo tendremos una caída muy ligera de ventas comparadas contra el año pasado” — confirma.

Algo que le ayudó a INRA fué la es que sus instalaciones son propias, por lo que no tuvo que enfrentar gastos de renta.
Los cambios en la manera de trabajar a consecuencia de la pandemia también afectaron a INRA, pues el personal de campo debió seguir trabajando tiempo completo pues atiende a los medios, aunque ahora hace la mayor parte de su trabajo por teléfono ( los medios no suspendieron operaciones). El resto de personal administrativo pasó a trabajar desde casa en forma escalonada y sólo asiste una o dos veces por semana a la oficina. “Sin embargo — cuenta Luis — en lo personal he seguido visitando clientes pues quieren verme ya que con frecuencia requieren asesoría especializada y para la firma de contratos debo estar presente en muchos casos.”

En la parte económica, una ventaja de INRA es tener la propiedad de sus instalaciones, por lo que no tuvo que enfrentar gastos de renta. La empresa tiene, en su mayor parte, contratos anuales. Cierto, algunas empresas y agencias de medios renegociaron los primeros meses cuando las ventas bajaron, pero pronto el nivel se recuperó lo suficiente para continuar. Aproximadamente el 80% de sus clientes son empresas radiodifusoras. El resto son anunciantes y agencias de medios.
La actividad publicitaria tuvo un marcado descenso en los tres primeros meses de la pandemia, pero nunca se detuvo totalmente. La audiencia de la radio no cayó y de hecho creció un poco, pero cambiaron el perfil de la audiencia y los hábitos de escucha, ahora los noticieros tienen mucho mayor seguimiento entre semana, ya que sábado y domingo la audiencia decrece de manera notoria.

 

“La radio pudo recuperarse con mayor celeridad por su inmediatez con el consumidor — enfatiza Luis — los noticieros y las cadenas de radio se preocupan por la solidez de su información, por mantener la credibilidad, en contraste con las redes sociales que tienen problemas de anonimato, así como de inconsistencia de las noticias. La radio tiene un gran futuro”.

Ya en 2019 la inversión en publicidad oficial en la radio había disminuido, así que para el 2020 la reducción no fue tan fuerte y las cadenas ya habían hecho los ajustes necesarios, fomentando la inversión publicitaria privada. De todas maneras, aunque la inversión pública es muy importante, ya no es tan significativa como en el pasado.
En el sector privado, las empresas que mantuvieron su inversión en radio fueron principalmente los autoservicios. Las tiendas departamentales disminuyeron su inversión al principio, pero recuperaron el ritmo a partir de junio.

En el lado empresarial, la industria de la radio también tiene cambios notorios, encontramos nuevos grupos con emisoras han ocupado nichos que no existían, Heraldo Radio y Grupo Imagen, entre otros, mientras que Radio Centro se encuentra en un período de transición.

Ver publicación original www.merca20.com

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