Lo que significa que Facebook haya sido acusado de monopolio en Estados Unidos

En casi la cuenta atrás para el cierre del año, a Facebook le ha salido un nuevo problema. Y es uno grave: la mayoría de los estados de Estados Unidos y la Federal Trade Commission – el organismo de competencia del país – los han demandado por monopolio.

La acusación apunta que Facebook está comprando o bloqueando a startups de menor tamaño para así acabar con la competencia. Lo crucial de este caso, y lo que es posiblemente más preocupante para el gigante de los social media, no es solo que lo hayan demandado acusándolos de ser un monopolio (algo que no es exactamente nuevo en la lista de problemas de la compañía) sino que la acusación pide algo muy concreto. Quieren que Facebook se separe de WhatsApp y de Instagram, sus dos compras estrella y las que hacen que su posición en el mercado sea tan poderosa. De hecho, no hay que olvidar que los últimos problemas de audiencias de Facebook y el hecho de que esté perdiendo a los consumidores jóvenes ‘se compensa’ con lo que bien que le va en Instagram con esas demografías.

Los denunciantes han acusado a Facebook de “usar su dominio y su poder de monopolio para aplastar a sus rivales más pequeños” y que con ello se está dañando la oferta para los consumidores. Una de las fiscales generales, Letitia James, la fiscal general de Nueva York, ha señalado que con eso han hecho “miles de millones convirtiendo los datos personales en una vaca lechera”. La FTC sostiene que con su posición de “monopolio” Facebook ha “denegado a los consumidores los beneficios de la competencia”.

Aunque este no es el primer problema al que se enfrenta Facebook (la presión contra las grandes tecnológicas también ha aumentado en los últimos años en la Unión Europea), este proceso judicial podría convertirse en histórico y una piedra de toque porque, como recuerdan en The Wall Street Journal, se ha coordinado a un nivel de estados muy amplio (básicamente, se han puesto de acuerdo prácticamente todos los estados de EEUU). Para el Journal, este es, de hecho, el mayor reto al que Facebook se ha enfrentado en sus 16 años de historia.

Facebook se defiende

Facebook ya ha lanzado su defensa. En una declaración publicada en su site para medios y firmada por Jennifer Newstead, vicepresidenta y abogada general de la compañía, han recordado que compiten con muchos servicios “en todo el mundo” por la atención de los consumidores y que están innovando y mejorando sus servicios en todo momento para lograrlo.

“La Federal Trade Commission y los fiscales generales atacan hoy dos compras que hicimos: Instagram en 2012 y Whatsapp en 2014”, señala. “Esas transacciones fueron hechas para ofrecer mejores productos a la gente que los usa e incuestionablemente lo han hecho”, indica, insistiendo en que ambas compras fueron “revisadas por los reguladores antimonopolio en su momento”.

Newstead acusa ahora de que esta vuelta sobre ese tema no respeta la ley establecida y “las consecuencias en innovación e inversión”. “Ahora la agencia ha anunciado que ninguna compra será nunca final, sin que importe el daño resultante para los consumidores y el efecto congelador en la innovación”, acusa.

Creen que el proceso judicial les dará finalmente la razón.

Lo que todo esto supone

Más allá del ataque directo que esto supone sobre una compañía concreta (Facebook), el movimiento de la justicia estadounidense tiene muchas lecturas y tendrá muchas consecuencias. En su defensa, Facebook reconoce que son “conscientes de la atmósfera en la que la FTC está trayendo este caso”. Es un momento, señalan, en el que se están haciendo “importantes preguntas” sobre el papel de las grandes tecnológicas y los efectos que tienen en la sociedad Facebook y sus competidores.

Este proceso es la prueba más visible y más reciente de cómo las autoridades públicas son cada vez más activas a la hora de analizar qué hacen las grandes compañías tech. Hasta ahora, estas se han visto sobre todo analizadas bajo el prisma de la privacidad y la dispersión de noticias falsas y desinformación (algo que ya ha dado pie a leyes mucho más restrictivas en terrenos como la protección de datos, como la normativa europea).

Sin embargo, ahora, la visión crítica toca muchos más palos. A medida que se han hecho mucho más poderosas, se ha empezado a ver de forma mucho más crítica su peso y su poder. Es de esperar que 2021 vaya a ser un año complicado para Facebook – y para las demás grandes compañías tech – en ese sector.

Ver además qué exigen desde la acusación deja también claro qué se exigirá en el futuro a estas compañías. ¿Están los grandes conglomerados de la red en peligro? Si Facebook finalmente debe separarse de Whatsapp e Instagram, ¿supondrá esto el primer paso para que las grandes compañías tech dejen de estar metiendo la mano en todas las jarras?

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