Si se les pregunta a los usuarios de YouTube directamente por la publicidad en la plataforma, posiblemente acaben diciendo que la experiencia de visualizar vídeos en la red está ya llena de anuncios. Antes de ver el contenido se sirve no pocas veces publicidad y los anuncios están presentes, de una manera más o menos invasiva, en las páginas en las que se sitúan los vídeos.

Al fin y al cabo, la publicidad es la principal fuente de ingresos de YouTube. Sus intentos de convertirse en una alternativa a Netflix y similares con sus propias series no cuajaron especialmente y, aunque existe una versión premium libre de anuncios, lo habitual es entrar en esos contenidos sin pagar por ello.

YouTube ha ido añadiendo nuevos formatos de anuncios e incorporando publicidad en escenarios en los que por el momento no se servían. Así, por ejemplo, uno de sus últimos cambios en las condiciones de uso les permitirá incorporar anuncios en los vídeos de los canales más pequeños. Estos creadores no se beneficiarán de la monetización de sus vídeos y no podrán decir nada sobre cuándo y cómo se sirven esos anuncios, aunque YouTube hará caja con ellos.

También, y teniendo muy presente que hay quienes emplean la plataforma de vídeo como simplemente un espacio sonoro (para escuchar listas de canciones), YouTube ha presentado anuncios de audio. Es un formato nuevo que crea otra ventana de potencial comercialización publicitaria.

Anuncios post-roll para todos

Y, ahora, YouTube va a poner anuncios también al final de los vídeos. Como acaba de publicar Search Engine Journal, YouTube ha activo por defecto la opción de servir anuncios en post-roll para todos los creadores que cumplen las condiciones. Cualquier vídeo de más de 10 minutos que haya subido un perfil que está en el programa de monetización de contenidos tendrá por defecto activada la opción de anuncios post-roll.

Hasta ahora, los creadores tenían que activar ellos mismos esa opción, pero el cambio hará que esté activada por defecto y supondrá que todos los vídeos partirán, por defecto, con todas las opciones publicitarias posibles activadas.

Si los creadores no analizan bien qué está ocurriendo con sus vídeos, se podrían enfrentar a un boom de anuncios en sus contenidos y a que se sirvan anuncios de más, más de los que esperaban. El formato es de los que menos suelen molestar a los espectadores, porque ya han visto el contenido que les interesa, pero aun así, y como recuerdan en el medio estadounidense, si esta opción está activada con las demás opciones publicitarias se puede acabar fatigando a la audiencia. Pueden, simplemente, acabar hartos de los anuncios.

Y ese es, al final, el gran problema también para YouTube como servicio. ¿Está la plataforma cargándose de demasiados anuncios en su búsqueda de la rentabilidad y los beneficios? ¿Puede acabar quemando a sus usuarios con un exceso publicitario? Un estudio de hace unos meses ya señalaba que los usuarios de la red de vídeos empiezan a estar fatigados del exceso de anuncios. Añadir más parece, por tanto, una idea cuestionable.

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