Sin embargo, el reciente asesinato del científico Mohsen Fakhrizadeh, líder del programa nuclear de Irán,  podría significar el mayor obstáculo para el retorno de la diplomacia.

ISRAEL: ¿PODRÍA ESTAR DETRÁS DE LA MUERTE DEL CIENTÍFICO IRANÍ? 

En abril de 2018, en conferencia de prensa, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo tener evidencias de que oficiales iraníes mentían sobre armas nucleares. Esto, luego de que miembros del Mosad, el servicio de inteligencia israelí, lograran sustraer documentos que revelaban información sobre el programa nuclear iraní.

Durante la conferencia, el primer ministro israelí, mostró detalles del programa nuclear clandestino de Irán, desde 1999 hasta 2003, pero no había evidencia contundente de una violación flagrante al Acuerdo Nuclear firmado en 2015.

Dias después de las declaraciones de Netanyahu, Donald Trump anunciaba el retiro de los Estados Unidos del acuerdo y el restablecimiento de sanciones, esgrimiendo que el “Plan de Acción Integral Conjunto”, JCPOA, por sus siglas en inglés, había sido “tan mal negociado”, que aún cuando Irán cumpliera con todas las cláusulas establecidas, al término de este, estaría a poco tiempo de conseguir armas nucleares.

Hace unas semanas, ante la inminente victoria de Joe Biden, Netanyahu insistió en que no debería haber un regreso de los Estados Unidos al Acuerdo Nuclear de 2015. Una semana después de estas declaraciones, el científico iraní Mohsen Fakhrizadeh, fue asesinado.

Mark Fitzpatrick, ex funcionario del Departamento de Estado y antiguo líder del Programa de Política Nuclear, dijo en su cuenta de twitter, que el asesinato de Fakhrizadeh, no habría sido para detener el potencial bélico de Irán, si no, por el contrario, se habría perpetrado con la finalidad de impedir la diplomacia.

JOE BIDEN Y EL REGRESO DE ESTADOS UNIDOS AL ACUERDO.

El regreso de las sanciones a Irán en 2018, ha generado una presión económica tan importante, que ha dejado al régimen en una condición bastante precaria. El PIB se contrajo 5.4% y 6.5% en 2018 y 2019 respectivamente; en los últimos 2 años, se ha desatado una ola de protestas en contra del régimen, manifestaciones que han tenido un costo político, que se vio reflejado en las elecciones parlamentarias de febrero de este año.

En noviembre de 2019, Amnistía Internacional presentó un informe, en donde se denunciaba el asesinato de cientos de manifestantes que protestaban por la difícil situación que enfrenta el país. El escenario se ha agravado con la pandemia, y la crisis sanitaria muestra un futuro nada alentador.

La situación ha tenido un alto costo político en la cúpula pragmática gobernante, por lo que, en febrero de este año, radicales ganaron las elecciones parlamentarias. Legisladores extremistas, temen que un eventual regreso de Estados Unidos al acuerdo, beneficie a los líderes gobernantes.

El asesinato del científico iraní, desató la ira de los legisladores radicales, quienes el primero de diciembre presentaron una iniciativa de ley, pidiéndole al gobierno, el enriquecimiento de uranio, a los niveles necesarios para el desarrollo de armas nucleares y la expulsión de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica.

Analistas sugieren, que es necesario que Estados Unidos logre una modificación al acuerdo firmado en 2015, antes de regresar al JCPOA. De lo contrario, lo dicho por Donald Trump, en torno al logro del objetivo iraní, podría ser una realidad, posterior al término del acuerdo de 2015.

EL PACTO NUCLEAR DE IRÁN: LA ESPADA DE DAMOCLES.

Una de las principales preocupaciones de los países del Golfo, en torno al Acuerdo Nuclear, tiene que ver con la línea de tiempo. El documento plantea que las restricciones para la importación de centrifugadoras avanzadas y misiles, sean eliminadas en 2023. Por otro lado, preocupa la expansión del programa de misiles, que se evidenció con el ataque de Irán a tropas estadounidenses en Irak, un ataque perpetrado, en  retaliación por la muerte de Qasem Soleimani, ex jefe de la Fuerza Quds iraní. También destaca el apoyo a Hezbollah y la creciente influencia de Irán en Syria, Irak y Yemen.

Funcionarios de países del Golfo manifestaron, que la respuesta de Estados Unidos ante el ataque iraní a instalaciones petroleras sauditas, fue débil, por lo que han optado por establecer relaciones más sólidas con Israel; tal es el caso de Emiratos Árabes Unidos y de Baréin.

Ante el asesinato del científico iraní, los países del Golfo temen represalias; consideran que Irán podría atacarlos para enviar un mensaje contundente a Estados Unidos y a Israel, evitando así, una respuesta militar de cualquiera de los dos países.

Especialistas sugieren, que es necesario que Estados Unidos extienda las cláusulas conocidas como “Sunset”, de 15 a 30 años. Promover que los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica, no tengan límite alguno y que se obligue a Irán a divulgar toda la información relacionada a proyectos armamentistas; de lo contrario, no sería recomendable regresar al Acuerdo Nuclear.

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