En el mercado de valores, cada herramienta tiene un rendimiento potencial, nivel de riesgo y atractivo específico para los inversionistas. Mientras que las acciones son muy populares, pueden requerir a las personas manejar varios conceptos para entender cómo puede cambiar el valor del portafolio. Luego están los fondos de inversión cotizados (ETF), que tienen una gran variedad de activos dentro de sí mismos. Por esta razón hay varios tipos, cada uno con sus características:
ETF de bonos
Como su nombre lo indica, tienen una variedad de contratos de deuda de gobiernos y compañías, así como de administraciones locales. Tienden a ser los de menor riesgo. A la vez, también suelen ser los de rendimiento más bajo, frente a otras opciones.
ETF de industria
Tal vez los más comunes entre los ETFs, básicamente tienen acciones de varias firmas en un mismo sector. Por ejemplo, compañías del sector bancario, energía o tecnología. Pueden ser una forma rápida de dedicar un portafolio a un sector de la economía en específico.
ETF de materias primas
Como su nombre lo dice, estos fondos permite agrupar varios recursos básicos, como el oro o el petróleo. Por lo general suelen dividirse en categorías, como bienes agrícolas o metales preciosos. Al igual que sus componentes, son muy populares en momentos de incertidumbre.
ETF de divisas
Están compuestos exclusivamente de monedas como el dólar, el peso o el euro. Por lo general, se dividen por regiones o tipos de economías. Por ejemplo, fondos que se centren en divisas de países desarrollados, o aquellas que pertenecen a los países emergentes.
ETF inversos
Tal vez el fondo de inversión más complejo, está compuesto por un conjunto de herramientas derivadas que practican el short-selling. Es decir, generan ingresos cuando las acciones de una (o en este caso, varias) empresas se caen en valor dentro de la bolsa. Su riesgo es alto, pero puede ayudar a equilibrar un portafolio en caso de que todo salga mal.
Muchos de estos ETFs se pueden encontrar dentro de plataformas como eToro, junto con otros activos y herramientas de inversión. Esta variedad permite a las personas construir un portafolio tan arriesgado o seguro como los usuarios quieran y puedan. No solo eso, sino que la decisión de comprar o vender alguno de estos recursos queda en manos de las personas, algo que les da control sobre su patrimonio, al contrario de ciertos instrumentos tradicionales.