• A mediados de la semana, el presidente presumió que se le habían podido aplicar más de 100 mil vacunas al personal médico del país

  • Previamente, señaló el mandatario, solamente se habían podido distribuir cuatro mil 500 por día, lo que refleja un desarrollo importante

  • También volvió a destacar que funcionarios públicos, como él mismo o el subsecretario López-Gatell, no serían inmunizados en esta etapa

Parece ser que no hay nada que le guste más a los mexicanos que despertarse a disfrutar de un buen chisme. Al menos así lo dan a entender las principales tendencias en Twitter México esta mañana, que colocaban al comediante Chumel Torres y la diputada Nay Salvatori. Ambos se hicieron virales después de una discusión que tuvieron ayer en la noche, en torno a cómo se estaban distribuyendo las vacunas. Específicamente, su aplicación en hospitales privados.

El intercambio de comentarios inició con un video que publicó la diputada Nay Salvatori. En él, aseguraba que muchos seguidores le reclamaban por qué médicos en instituciones privadas no están recibiendo vacunas. Aquí, defendía que los doctores de hospitales públicos tenían un privilegio por encima de su contraparte de paga porque atendían más pacientes, y por eso se les debe dar prioridad. Chumel Torres respondió rápidamente, con un lenguaje altisonante.

Lo anterior desencadenó un intercambio de insultos y ofensas entre las figuras. La diputada llamó a Chumel misógino, así como un “periodista de cuarta” que extraña tener una relación económica con agentes del gobierno. Por su lado, el comediante le respondió a Nay que no se le puede considerar un profesional de la información, pero que ella tampoco debería ser una funcionaria. Salvatori también publicó un nuevo video clarificando su postura ante las vacunas.

Un simple chisme de redes, con un trasfondo importante en México

Este intercambio entre dos figuras que se alimentan de la polémica y la viralidad en las redes sociales no es más que un simple chisme matutino. Pero sí pone los reflectores en un asunto mucho más grave: El proceso de la distribución de vacunas en el país. Sí hay preocupaciones que el sector médico privado no esté recibiendo una inmunización adecuada. Esto, a pesar que, según La Jornada, el mismo presidente ha dicho que se les incluirá en la primera fase.


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De acuerdo con Expansión, aunque ya hay más personal médico inmunizado que infectado, en muchos centros privados no se han tenido noticias del Gobierno sobre el plan de aplicación. Incluso algunos hospitales están perfectamente conscientes que las vacunas se darán primero a los profesionales de la salud públicos, y luego al resto. Lo anterior aún considerando que, en datos de la misma Expansión, el sector privado ha sido crucial para proteger a la población.

Los problemas podrían acumularse aún más en los próximos días. De acuerdo con Milenio, se espera que Pfizer reduzca el ritmo de entrega de vacunas anti-COVID para finales de enero. Lo anterior también impactaría qué tan rápido se inmuniza a profesionales de la salud, tanto del sector público como del privado. Pero hay esperanzas en otras fórmulas, pues en datos de El Universal, se debería aprobar en los próximos días la fórmula rusa, Sputnik V, en todo el país.

Vacunas, un tema cada vez más viral

A medida que van avanzando los planes de inmunización en México, cada vez más noticias en el país se centran en las vacunas. Por ejemplo, Walmart se ofreció, tal y como lo ha hecho en otros países, sus centros de distribución para servir como un lugar de inmunización. La idea es  que trabaje de la mano de la Marina y el Ejército para instalar módulos de aplicación en sus estacionamientos y clubes. Y así, facilitar el acceso a comida, agua, y sanitización al personal.

Por otro lado, no todas las noticias en torno a las vacunas son de carácter positivo. Hace solo unos días que se advirtió que habían empezado a registrarse casos de venta de dosis falsas de la fórmula Pfizer en la Ciudad de México (CDMX) y tres estados. En concreto, el Estado de México (EdoMex), Quintana Roo y Baja California. A través de redes sociales y páginas falsas, estafadores intentan vender tratamientos fraudulentos a la población, para generar un ingreso.

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