En medio de un momento que se pinta complejo por diversas situaciones, las marcas deberán de capitalizar cada uno de sus activos para ganar relevancia en el mercado, en donde el packaging se ubica como una pieza vital.
Y es que desde hace algunos años, este elemento dejó de ser un simple sistema para proteger los productos; ahora hablamos de una propiedad que ha muchas marcas ha dado identidad y que es capaz de comunicar y conectar con el consumidor en el momento de las tomas de decisiones.
En principio es justo considerar el entorno en el que se mueve este elemento crucial para cualquier marca.
Tal y como refieren desde la Global Association for Marketing at Retail (POPAI, por sus siglas en inglés), el 76 por ciento de las decisiones de compra se toman en el punto de venta.
No obstante, ante la creciente competencia dentro del mercado, para las marcas resulta cada vez más difícil capitalizar este comportamiento. La lealtad de marca es un activo cada vez más complejo de conseguir.
De acuerdo con el reporte The State of Customer Loyalty, alrededor del 80 por ciento de los 2 mil encuestados afirmaron que se requiere de al menos tres compras para que se consideren leales. Pero, otro 37 por ciento dijo que necesitan al menos cinco compras.
Al considerar lo anterior, cuidar cada detalle de la identidad de las marcas es fundamental para mejorar las garantías de éxito y, bajo esta lógica, el packaging tiene especial importancia.
A decir de un estudio realizado por C Space el 39 por ciento de los consumidores confía en una marca gracias a la presentación o empaque que caracterizan sus productos, por lo que cumplir con sus expectativas puede motivar una decisión de compra.
Al ser más específicos, cuando menos en mercados como el mexicano, el empaque es factor para incrementar el valor de un producto. El 69 por ciento de los consumidores en México están dispuestos a pagar más por un producto que tenga un buen packaging, según las conclusiones del Estudio Packaging elaborado por el Departamento de Investigación de Merca2.0.
Estas cifras cobrarán un significado mucho más fuerte si consideramos las condiciones que la pandemia ha dejado.
El impulso del comercio electrónico así como la reducción de muchas de las cadenas de producción demandarán a los fabricantes dar mayor valor a sus empaques para mejorar sus garantías de relevancia y visibilidad ante el consumidor que, ahora mismo, luce aún indispuesto para gastar en ciertas categorías.
Con esto en mente, compartimos tres tendencias que dictarán el rumbo en el diseño del packaging durante 2021:
Packaging sostenible
Si bien esto no es nuevo, lo cierto es que durante este año se retomará con fuerza. El año pasado, las tendencias sostenibles parecen haberse visto frenada ante el necesario regreso al plástico para garantizar higiene y seguridad.
Ahora que las cosas comienzan a regresar a la normalidad, se espera que los empaques retomen sus camerísticas de compostables, aún con mayor fuerza, ya que la pandemia generó una consciencia aún mayor entre los saurios sobre la necesidad de cuidar al mundo para tener un mayor y mejor nivel de vida.
Packaging reutilizable
Las premisas de la llamada economía circular a llegado al mundo del diseño de los empaques, con lo que la creación de ciclos de reutilización de productos y de envases será la norma.
En otras palabras, con el fin de adquirir un producto a un menor precio o bien para garantizar que el consumo será con cero residuos, los consumidores comenzarán a adoptar empaques que se alejen de aquellos de un solo uso.
Ya hemos visto como algunas marcas como Burger King y McDonald’s han comenzado a probar este tipo de packaging y, aunque hay muchos aspectos por pulir, lo cierto es que serán tendencia en los siguientes meses.
Grab-and-go packaging
Como un hábito adquirido en medio de la pandemia, los clientes buscarán pasar menos tiempos en las tiendas realizando sus compras. DE esta manera los empaques que promuevan el “llegar, tomar y salir” serán privilegiados.
Esto no solo se refiere a la facilidad al momento de comprar los productos, sino también a los empaques que permitan timar decisiones de compra rápidas e inteligentes.
El uso de tipografías de fácil lectura, códigos de fácil descifrado, etiquetado claro y potenciar el uso de colores que captan rápidamente la atención, son aspectos que deberían ser considerados en el diseño del packaging.